lunes, 13 de abril de 2015

Saca la mejor sonrisa a tu día


A lo largo de nuestra vida experimentamos ciento de miles de emociones y sensaciones de todo tipo. Normalmente suelen ir parejos a nuestras expectativas lo que me hace ver que nuestras vidas son como castillos de naipes de los que alguno hemos intentado construir alguna vez ¿me equivoco?.

Voy a interpretar este post haciendo referencia a las características de los castillos de naipes. Para mi un castillo de naipes es lo más parecido a un proceso evolutivo que marca el camino hacia un objetivo, es decir, que cada objetivo que nos marcamos en la vida es como un nuevo castillo. Lo que hacemos siempre que comenzamos a construir, es preparar nuestros naipes. Podemos elegir usar una baraja nueva y precintada con cartas en su interior que cortan hasta la piel de tomate; o bien podemos usar la que tiene nuestros padres en el cajón de la alcoba del salón y con la que juegan sus partidas de Continental todas las semanas.

En mi opinión cuando nos disponemos a iniciar un camino debemos elegir aquello que nos identifique originalmente como los verdaderos "arquitectos" y que generen unos cimientos fuertes, es decir, cartas nuevas y frescas como la idea de sentirse motivado e ilusionado por algo. En cambio, si utilizamos las cartas usadas nos encontraremos con unos cimientos débiles y que a largo plazo nos ocasionará debilidad. éste primer argumento indican si lo que queremos conseguir en la vida lo iniciamos con el sustento de una idea poderosa, de unas cartas nuevas y robustas. 

" No podemos argumentar nuestros objetivos en la vida con ideas sustentadas sobre los cimientos frágiles de la duda, debemos confiar en la idea poderosa que nos llena de ilusión y motivación"


Conforme vamos subiendo los niveles de nuestro castillo, vamos acercándonos a nuestro objetivo pero a su vez vamos descubriendo la verdadera fragilidad a la que nos enfrentamos en el camino. Esa fragilidad es la que se materializa en dudas, miedos,... y cuestionan nuestra motivación. Debemos aprender que en ocasiones alguno de los niveles de este proceso pueden sufrir cambios lo que nos lleva a cuestionar el valor del por qué luchamos en el camino. Debemos entender que hay factores que quedan fuera de nuestro alcance como puede ser una ráfaga de viento, el ruido de nuestro alrededor, pero en nosotros está el saber identificar aquello que puede surgir fuera de nuestro control y que debemos saber dominar o al menos saber minimizar los daños que puedan ocasionar.

Nuestra labor como arquitectos de sueños es saber sobreponernos ante las adversidades y mantener la motivación y el autoestima lo suficientemente altos como para seguir de una manera constante el camino hacia la cima de nuestro castillo de naipes donde encontraremos nuestro éxito.

                    

Ahora bien, llegados a este punto os planteo la siguientes preguntas, ¿Cómo de alto quieres que sea tu castillo?, ¿Qué baraja usaras para construirla? y ¿Qué harás si se te derrumba?. Las respuestas sólo las conoce uno mismo y la actitud que mostramos en el éxito como en la frustración nos identificará como personas. Actualmente en mi vida puedo decir que he comenzado a construir un gran castillo de naipes y al llegar al primer nivel mis cartas se han caído pero no me pienso rendir, creo en mis sueños y voy a luchar por conseguirlo y si veo que no puedo pues cambio de mesa o de tabla. Cuando creemos en el sentir positivo de nuestros sueños y nuestras ideas podremos superar más fácilmente los obstáculos que se nos presenta en el camino.

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